Varios jóvenes llegaron a su casa y la situación se salió de control de tal manera, que dejaron vómito, orina y botellas de licor regadas por la vivienda, avaluada en 585.000 libras esterlinas (más de 2.000 millones de pesos). Además, rompieron algunos muebles, informó The Sun.

El medio indicó que un vecino llamó a los padres de Oliver y les informaron la situación, por lo que se regresaron rápidamente del Distrito de los Lagos. Alison Robin, madre del joven, aseguró que llamó a la policía tan pronto vio su casa hecha ruinas. La mujer, de 49 años, les pidió a las autoridades que “lo dejaran toda la noche en la celda”.

Recordó que “el lugar era un desastre. Era como si animales salvajes hubieran corrido por la casa: era la peor pesadilla de todos los padres“.

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Agregó que David, el papá de Oliver, le comentó que nunca más le volvería a hablar a su hijo porque había destrozado a la familia.

Brett Chappell, abogado defensor de Oliver, indicó al medio inglés que su cliente no tenía intención de que la fiesta se saliera de control, pues solo había invitado a 4 amigos. Asimismo, señaló que el joven era culpable de conducta ingenua, petulante e inapropiada.

Un juez le dio libertad condicional por un año a Oliver y le ordenó pagar una indemnización de 200 libras esterlinas (802.000 pesos), así como un recargo de 20 libras (80.000) para las víctimas. Asimismo, fue multado con 50 libras (200.000 pesos), indicó The Sun. Su padre, además, lo despidió de la empresa familiar en la que trabajaba.

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