Rocío Cortés Núñez, de 25 años, era transportada en una camilla desde la sala de parto a su habitación en un hospital de Sevilla, España, destaca el portal TN. Cuando la ingresaron al ascensor, y antes de que terminara de ingresar, hubo un desperfecto y el elevador se puso en movimiento.
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Como la cabeza de la señora, que llevaba a su bebé en las piernas, no había entrado al ascensor, fue la parte que recibió el golpe y se desprendió del tronco al cambiar de piso. El bebé está en perfectas condiciones, reporta La Opinión.
Según ABC de España, el ascensor venía presentando problemas técnicos desde hacía un mes y no lo habían reparado: “Estoy hecho un trapo. Esto no puede quedar así. Hoy ha sido Rocío, pero mañana puede ser otra persona”, dijo José Gaspar, esposo de la víctima, citado por el medio ibérico.
La muerte de Cortés Núñez conmovió a la sociedad española y sus familiares condenan la negligencia del hospital.
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