Un comunicado de su actual partido, el republicano Sinn Fein, dijo:

“Con gran pesar e inmensa tristeza acabamos de conocer la muerte de nuestro camarada Martin McGuinness, fallecido en Derry durante la noche. Los que lo conocen le echarán muchísimo de menos”.

Según varios medios, el político falleció por una enfermedad de corazón que le había apartado de la política en los últimos meses.

Junto a Gerry Adams, McGuinness fue la cara visible de los republicanos en el proceso que desembocó en los acuerdos de paz de Viernes Santo de 1998, que pusieron fin a tres décadas de un conflicto abierto entre los católicos leales a Dublín y los protestantes leales a Londres que dejó más de 3.500 muertos.

La mayoría de reacciones a su muerte destacaron su conversión al proceso de paz, que le llevó a congeniar con viejos enemigos acérrimos como la reina de Inglaterra, Isabel II, con quien se reunió en al menos un par de ocasiones, y el reverendo unionista Ian Paisley, que fue su primer jefe de gobierno.

“Aunque nunca podré aprobar el camino que tomó en la primera parte de su vida, Martin McGuinness acabó jugando un papel determinante en alejar de la violencia al movimiento republicano”, dijo la primera ministra británica Theresa May.

“Sea cual sea el pasado de Martin McGuinness, creo que hoy no es inapropiado recordar lo que hizo por la paz”, dijo Tony Blair, primer ministro en la época de los acuerdos de paz.

“Era un republicano apasionado que trabajó sin descanso por la paz y la reconciliación y por la reunificación de su país”, dijo Gerry Adams, jefe y líder histórico del Sinn Fein.

Las víctimas del IRA, odio y reconocimiento

McGuinness cumplió dos condenas como miembro del IRA, ambas de seis meses, y en cárceles irlandesas, en 1973 y 1974.

Además, nunca renegó de su pasado: “me enorgullecí de ser miembro del IRA. Llevo 40 años orgulloso de haber sido miembro del IRA”, dijo, cuando ya estaba dedicado por entero a la política.

Pese a ello, Colin Parry, cuyo hijo de 12 años murió en un atentado del IRA en la ciudad inglesa de Warrington, en 1993, dijo que nunca podrá perdonar a la organización armada pero alabó el “anhelo de paz” de McGuinness.

Fue “un hombre valiente, que asumió riesgos” ante la línea dura del movimiento republicano, dijo Parry, según el diario The Guardian.

“Lo que importa no es como empiezas tu vida, sino como la acabas”, dijo a la BBC Ian Paisley, el hijo del reverendo unionista y también político.

En cambio, el que fue político conservador Norman Tebbit, que resultó gravemente herido en el atentado de 1984 contra un hotel de Brighton en el que se alojaba también la primera ministra Margaret Thatcher, deseó que McGuinness acabe “en un rincón particularmente caluroso y desagrable del infierno”.

“El mundo hoy es un lugar más plácido y limpio”, añadió Tebbit, cuya esposa quedó paralítica por aquel atentado que dejó 5 muertos y 34 heridos,

Michael McConville, uno de los 10 hijos de Jean McConville, una humilde viuda que fue acusada injustamente de ser confidente, secuestrada por el IRA delante de sus chicos, asesinada y enterrada durante años en un lugar secreto, recordó a la radio BBC que McGuinness “tuvo mucha participación en el conflicto”.

McGuinness era número dos del IRA en Derry cuando se produjo uno de los episodios más amargos del conflicto, el ‘Bloody Sunday’ (Domingo Sangriento), el 30 de enero de 1972, cuando 13 manifestantes murieron por disparos del ejército británico.

Exviceprimer ministro de la provincia entre 2007 y 2017, McGuinness dimitió en protesta por las sospechas de corrupción que pesaban sobre la jefa de gobierno, Arlene Foster, del Partido Democrático Unionista (DUP), lo que llevó a nuevas elecciones regionales.

En virtud de los acuerdos de paz, el primer partido de cada comunidad, en este caso el DUP y el Sinn Fein, estaban obligados a gobernar en coalición.

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