Varios de los empleados de la factoría, ubicada en la ciudad de Subang, aseguraron que constantemente no les pagan el trabajo extra que hacen, y que el salario que reciben es uno de los más bajos que hay en Asia, informa The Guardian.

Además, afirman que los encargados de la fábrica suelen usar palabras discriminatorias como “animales”, “idiotas” y “simios”. Otros dijeron que el dinero que reciben es tan bajo que a veces no les alcanza para vivir dignamente con sus hijos.

Una trabajadora llamada Sita, de 23 años, dijo:

“No puedo soportarlo más. Trabajo horas extras no pagadas todos los días y todavía gano apenas 2,3 millones de rupias al mes”.

El artículo continúa abajo

Ese pago, según Independent, equivale a 136 libras esterlinas, es decir, poco más de 500 mil pesos. La mujer agregó que planea irse de la ciudad debido a los bajísimos salarios. Sin embargo, reconoce que no sabe a dónde ir y no tiene ningún tipo de contacto.

Alia, de 30 años, es otra trabajadora. Cuando le dijeron la temática del libro ‘Mujeres que trabajan: Reescribiendo las reglas para el éxito’, de Ivanka Trump, se empezó a reír, y dijo que su idea propia de equilibrio entre vida y trabajo podría existir si pudiera ver a sus hijos al menos una vez al mes.

Los trabajadores también acusan a la fábrica de no pagar el bono del ramadán (mes sagrado) a los musulmanes, establecido por el gobierno, y que lo evaden despidiendo a quienes practican el islam y volviendo a contratarlos al final de las semanas que dura ese período.

Jim Keady, activista de derechos laborales estadounidense, asegura que no le sorprende que una fábrica de este tipo tenga trabajadores que no son conscientes de sus derechos y lo que dice la ley con respecto a los salarios que, pese a que son legales, no son morales, comenta.

Por supuesto, Keady dice que Ivanka tiene mucho que ver en esas condiciones. “Es el nombre de ella el que está en la ropa. Sin ella no hay marca”, dijo.

LO ÚLTIMO