Si Donald Trump no había sido investigado por el exjefe del FBI en relación con los posibles vínculos de miembros de su campaña y funcionarios del gobierno de Vladimir Putin, ahora sí la lupa está sobre el mandatario luego de las declaraciones del exdirector del FBI James Comey hace unos días ante el Senado de su país, destaca The Washington Post.

La decisión de Mueller de dar un giro en la investigación sobre Trump es un hito en este proceso que ya complete un año, reporta el medio capitalino.

Se supo, según el ‘Post’, que Mueller llamó a rendir testimonio a varios miembros de las agencias de inteligencia sobre este particular y se les preguntará sobre su relación con Trump, aunque no se sabe en qué nivel de detalle, relata el diario.

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Investigar a Trump será complicado, insiste el medio, incluso si se comprueba que se cometió un crimen y, como es muy difícil procesar a un presidente en ejercicio, según el Departamento de Justicia, lo que los investigadores pueden hacer es compartir los hallazgos con el Congreso y, si ese cuerpo colegiado así lo decide, podría comenzar un proceso de destitución.

Durante las declaraciones del exjefe del FBI James Comey a principios de junio, al exfuncionario le preguntaron que si las sugerencias de Trump de que abandonara las investigaciones sobre uno de los hombres cercanos al presidente, Michael Flynn, representaban una obstrucción a la justicia, a lo que Comey respondió: “Eso es competencia del investigador especial (Mueller)”, lo que en efecto está sucediendo.

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