Pero luego del impacto que causó el video debía surgir una pregunta importante: ¿cómo llegó el veneno allí? La justicia holandesa ya inició una investigación para establecer la procedencia del líquido que acabó con la vida del militar condenado por crímenes de guerra a 20 años de cárcel.

Por ahora, las hipótesis son diversas y, por tanto, igual de vagas: pudo haber sido un familiar, algún conocido o incluso miembros de su defensa. No se descarta ninguna posibilidad, informa El País, de España.

Uno de los problemas con la entrada del veneno al recinto tiene que ver con la seguridad, ya que, según le dijo un abogado que ha entrado muchas veces al Tribunal de La Haya a la agencia AP, los controles son muy similares a los que se hace en un aeropuerto.

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Así, como dijo la abogada serbia Toma Fila, los agentes revisan objetos de metal y decomisar celulares, pero las pastillas y, como en este caso, las cantidades pequeñas de líquido, pasan sin mucho problema, indica La Vanguardia.

No suena muy posible que el propio Praljack haya conseguido el mortal líquido, ya que antes de la audiencia del miércoles, había permanecido bajo custodia. Curiosamente, los medios en Croacia, donde el exmilitar suicida es considerado un héroe, dicen que Praljack habría sido liberado en 3 años, ya que los condenados suelen dejar la cárcel al cumplir un tercio de la condena total, en este caso, 20 años (estaba en prisión desde 2006).

Este es el tercer suicidio de un serbio condenado por crímenes de guerra en ese mismo tribunal. El primer caso fue el de Slavko Dokmanovic, en 1998, y el otro, el de Milan Babic, en marzo de 2006.

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