Los conocedores aseguran que están seguros en un 99 % de que la modelo que posó para la obra de Courbet fue la bailarina parisina Constance Queniaux, dice The Guardian. Hasta hoy, la hipótesis más aceptada era que el sexo femenino retratado pertenecía a la modelo irlandesa Joanna Hiffernan, amante del pintor francés.

Sin embargo, nunca hubo seguridad al respecto, y había muchas dudas debido al color del vello público de la mujer de la pintura, ya que su tono oscuro no corresponde con la muy rojiza y rizada cabellera de Hiffernan.

La prueba reina de que la modelo en realidad fue Queniaux fue hallada en una carta que intercambiaron los escritores franceses Alejandro Dumas hijo y George Sand, que apuntan directamente a la bailarina. Aunque hubo una confusión en el camino. El historiador Claude Schopp fue quien halló por accidente el escrito, y leyó:

“No se puede pintar la más delicada y sonora entrevista de la señorita Queniault (sic) de la Ópera”.

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La palabra “entrevista” (“interview”, en francés) no encaja en la frase. Pero la curiosidad de Schopp lo hizo revisar el manuscrito original y allí se dio cuenta de que había un error en la transcripción que había leído: en la carta no decía “entrevista”, sino “interior” (“intérieur”). Con eso, la duda parece resuelta. Sylvie Aubenas, directora de la Biblioteca Nacional de Francia también está segura de que se trata de Queniaux.

Para la época en que se pintó el cuadro (1866), la bailarina tenía 34 años y era amante del diplomático otomano Halil Şerif Pasha, que le encargó la obra a Courbet, posiblemente para su colección personal. Aubenas cree que en la época, muchas personas sabían que Queniaux había sido la modelo, pero que esa información se fue perdiendo mientras ella se convirtió en una destacada dama, agrega Independent.

Más de 150 años después de ser pintado, el cuadro de Courbet (sin duda, su obra más transgresora) sigue generando molestia. Por ejemplo, en marzo pasado, el Tribunal de Gran Instancia de París consideró que Facebook había sido abusivo al cerrar la cuenta de un profesor de arte que había publicado una imagen de ‘El origen del mundo’ en la red social, informó en su momento La Vanguardia. Y hoy, mientras reposa en el museo parisino de Orsay, la obra sigue siendo estremecedora.