Su nombre es Brianna y su historia es la muestra verdadera del amor incondicional. Hace un poco más de ocho meses su vida dio un giro inesperado. Se encontraba en su noveno mes de embarazo y aunque todo estaba perfecto, una noche recibió una llamada en la que le informaron que su esposo, Austin, había sufrido un accidente, reportó Boredpanda.

Brianna condujo durante dos horas hasta el hospital, sin saber qué había pasado, pensando lo peor. Cuando llegó, se enteró de que Austin había sufrido una hemorragia cerebral y a causa de ello quedaría con un hueco irreparable en su cráneo.

Tras diferentes pruebas, los médicos determinaron que la causa había sido el consumo frecuente de energizantes. “Fue un hábito que adquirió cuando empezó a hacer turnos más largos y tener que ir más lejos a trabajar”, escribió Brianna en una publicación de Facebook citada por Boredpanda.

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Esa noche entró a sala de cirugía con un pronóstico poco alentador. “Tras esperar 5 horas, pudimos verle. Mientras todos se fijaban en su cara casi irreconocible, enganchado a tubos y máquinas, yo solo vi a sus padres. Vi la luz abandonar los ojos de su madre cuando vio a su hijo ahí tumbado. Vi a su padre romper a llorar mientras abrazaba a su esposa. No sabían si su hijo se despertaría”.

Brianna y Austin / Sara Endres/Boredpanda

Al día siguiente sufrió convulsiones y ataques al corazón, por ello tuvo que ser operado nuevamente. Sin saber si su esposo sobreviviría, Brianna tuvo que volver a casa pues estaba lista para tener a su bebé.

“No voy a mentir, fue muy duro. Había planeado que Austin formara parte de este momento, que estuviera a mi lado dando la mano y cortando el cordón, para dar la bienvenida a nuestro hijo. Sin él, no estaba bien. Pero ocurrió un milagro cuando di a luz. Austin despertó. Pasé una semana sin verlo, pero pensaba en él cada día. Lloraba cuando miraba a mi hijo, que se parecía a su padre”.

Solo dos meses después Austin conoció a su hijo y unos días más tarde pudo volver a su hogar. “Hay viajes al hospital y visitas de médicos, tantas que he perdido la cuenta. Pero aquí estamos, luchando”.

Austin y su hijo
Austin y su hijo / Sara Endres/Boredpanda

Desde ese momento, Brianna está tiempo completo cuidando a su hijo y a su esposo, que después del accidente cerebral quedó con discapacidad permanente y no puede hacer varias actividades por sí mismo.

“Me despierto cada día para cuidar de nuestro niño precioso y de mi marido. Preparo las comidas, hago terapia física, del habla y ocupacional. Le ayudo con su higiene personal, y a caminar. Le ayudo con cada aspecto de su vida”

Brianna y Austin
Brianna y Austin / Sara Endres/Boredpanda

Brianna asegura que aunque no ha sido fácil todo el proceso, no descansará hasta que su esposo se recupere y mejore su calidad de vida, concluyó el mismo medio.

“Él ya no es el hombre del que me enamoré, pero lo quiero más cada día. Luchamos para ayudarle a recuperarse. Para mejorar su vida. Un día lo conseguiremos. Hasta entonces, no me rendiré. Porque el amor es abnegado y lo quiero más que a la vida misma”

Brianna y Austin
Brianna y Austin / Sara Endres/Boredpanda

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