La medida fue propuesta a finales de 2016 a raíz de los mencionados atentados, ocurridos en diciembre y junio de 2016, para evitar hechos similares en las celebraciones de Nochevieja y la Cabalgata de los Reyes, que suelen congregar a miles de personas en la capital catalana en fin de año, informa La Vanguardia.

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Las autoridades de Barcelona ya habían puesto bloques de hormigón en la avenida María Cristina para las fechas decembrinas, y además prohibieron el tránsito de camiones en la tarde y la noche. Sin embargo, la policía había sugerido poner barreras similares en los espacios públicos donde se concentrara mucha multitud para que solo pudieran ingresar vehículos autorizados.

Pero La Rambla, donde se registró el mortal ataque que dejó 14 muertos y cerca de 100 heridos, no cuenta con este tipo de protección. En cambio, la famosa catedral de la Sagrada Familia tiene un altísimo nivel de seguridad, ya que es considerada como un objetivo del grupo Estado Islámico, que se atribuyó el atentado del jueves.

Catedral de la Sagrada Familia, en Barcelona
Catedral de la Sagrada Familia, en Barcelona / Getty Images

Pese a eso, indica el citado medio español, las calles cercanas a la monumental obra arquitectónica de Antonio Gaudí tampoco cuentan con protección contra vehículos (como bolardos), a pesar de que allí se suelen concentrar muchos turistas para ver la construcción.

Por la ausencia de esas barreras, le han llovido críticas a Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, que aseguró que se revisaron los protocolos y se aumentó la presencia de policía en puntos estratégicos de la ciudad. Sobre los bolardos, la seguridad municipal dijo que no se pueden instalar en todas partes, ya que hay que tener en cuenta detalles como los accesos de servicios de emergencia y limpieza, agrega El País.

Por ahora, sistemas de protección del Ayuntamiento de Barcelona están buscando estrategias para evitar que agresiones como la del jueves se repitan.

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