Sin embargo, la polémica va más allá. Según El País, de España, la compra se hizo con un descuento del 69 %, ya que la compañía estadounidense hizo un acuerdo con el Banco Central de Venezuela para pagar solo 865 millones de dólares por la adquisición de unos títulos emitidos en 2014, con fecha de vencimiento de 2022, cuyo valor real era de 2.800 millones de dólares.

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Por eso la oposición del país reaccionó. El líder de la Mesa de Unidad Democrática Henrique Capriles calificó la situación de “grave” en su cuenta de Twitter, y le exigió al dictador Maduro que le dé las explicaciones necesarias a la ciudadanía.

El diputado opositor Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional, le envió una carta al director del banco estadounidense, Lloyd Blankfein, en la que expresa su preocupación e indignación por la movida de la compañía que, a pesar de ser bastante común, deja muchas sospechas por el momento en que se dio y por sus condiciones.

Además, Borges calificó la operación de “salvavidas financiero”, y acusó a Goldman Sachs de financiar la “brutal represión” contra los manifestantes venezolanos que se han tomado las calles del país casi sin cesar desde el pasado primero de abril. Por eso, el diputado anunció que denunciará a Goldman ante la comunidad internacional, dice el medio La Patilla.

El banco estadounidense respondió sobre la polémica a BBC a través de un correo electrónico que dice:

Hemos invertido en bonos de PDVSA porque, como muchos en la industria del manejo de activos, creemos que la situación en el país deberá mejorar con el tiempo. Compramos estos bonos, que fueron emitidos en 2014, de un corredor en el mercado secundario no queriendo interactuar con el gobierno de Venezuela. Están asegurados en fondos y cuentas que administramos en representación de nuestros clientes. Muchos inversionistas hacen a diario inversiones similares a través de fondos mutuos, fondos de índice y ETFs (fondos de inversión cotizados) que también contiene fondos de PDVSA. Reconocemos que la situación es compleja y en proceso de evolución y que Venezuela está en crisis. Aceptamos que la vida allí tiene que mejorar y hemos hecho la inversión en parte porque así lo creemos”.

Por ahora, ni PDVSA ni el Banco Central de Venezuela se han pronunciado sobre la polémica.

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