En un tenso final de jornada, el no, muy retrasado al comenzar el escrutinio, fue recortando distancias a medida que transcurría el recuento, sin lograr finalmente superar al sí.

“Hoy (…)  Turquía ha tomado una decisión histórica”, declaró Erdogan a los periodistas en su residencia oficial en Estambul. “Con el pueblo, hemos realizado la reforma más importante de nuestra historia”, añadió el jefe de Estado, que llamó a los países extranjeros a “respetar” el resultado.

Poco después, el presidente turco mencionó la posibilidad de organizar un nuevo referéndum, esta vez sobre el restablecimiento de la pena de muerte, lo que pondría fin al proceso de adhesión de Turquía a la Unión Europea.

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“Con este voto, hemos abierto una nueva página de nuestra democracia”, afirmó por su parte el primer ministro Bilali Yildirim en el cuartel general de su partido, el AKP, en Ankara. “Este referéndum no tiene perdedor. La ganadora es Turquía”.

Pero los primeros datos sobre la votación señalan que el país está totalmente dividido sobre los cambios constitucionales propuestos, y que el no triunfó en las tres mayores ciudades del país: Estambul, Ankara y Esmirna.

Los dos principales partidos de la oposición de Turquía denunciaron “manipulaciones” y anunciaron su intención de pedir un nuevo recuento.

El principal partido de oposición, el CHP (socialdemócrata), anunció a través de uno de sus dirigentes que cuestionaba los votos procedentes de casi el 37% de las urnas. Esta proporción podría alcanzar al 60%, declaró por su parte Erdal Aksünger, subsecretario general del CHP.

Con información de AFP

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