El pontífice también ofreció “sufragios por su eterno descanso”, dice el telegrama que firma, como es habitual el secretario de Estado Pietro Parolin.

El mensaje continúa: “En estos momentos de tristeza y dolor, quiere hacer llegar también su apoyo y cercanía a los numerosos heridos, a sus familias y a toda la sociedad catalana y española”.

El pontífice argentino también “condena una vez más la violencia ciega, que es una ofensa gravísima al creador, y eleva su oración al altísimo para que nos ayude a seguir trabajando con determinación por la paz y la concordia en el mundo”.

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“Con estos deseos, su santidad invoca sobre todas las víctimas, sus familiares, y el querido pueblo español la bendición apostólica”, concluye el telegrama.

Horas después de los atentados del jueves 17 de agosto, el portavoz de la Santa Sede, Greg Burke, emitió un comunicado en el que aseguraba que Francisco estaba siguiendo con gran preocupación lo que estaba sucediendo en Barcelona.

“El papa reza por las víctimas de este atentado y desea expresar su cercanía a todo el pueblo español, especialmente a los heridos y a las familias de los fallecidos”, agregaba el comunicado.

EFE

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