La hipótesis tiene que ver con el planeta Nibiru o Planeta X que, según la creencia que ha tomado fuerza en las últimas semanas, chocará con la Tierra el sábado. La supuesta profecía, que ya tiene varios años, se fundamenta en una mezcla de astronomía con pasajes de la Biblia, informa BBC.

David Meade, autor del libro ‘Planeta X-La llegada del 2017’, toma ciertas coincidencias numéricas que habrían sido halladas en el texto sagrado de los cristianos, y le da especial importancia al número 33, la edad a la que murió Cristo. También tiene en cuenta el eclipse de sol del pasado 21 de agosto. Meade le explicó a The Washington Post:

“Jesús vivió 33 años. El nombre Elohim, que es el nombre del dios de los judíos, fue mencionado 33 veces (en la Biblia). Es un número significativo desde lo bíblico y lo numerológico. Hablo de astronomía. Hablo de la Biblia… y mezclo las dos”.

El autor asegura que la “luna negra”, la fase oscura del satélite en la que estaba el día del eclipse, ocurre cada 33 meses, y este año, el fenómeno en Estados Unidos inició en Oregon, el estado número 33 de la unión americana, y terminó en Carolina del Sur, ubicado en el paralelo 33.

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Además, agrega que desde la última vez que hubo un eclipse de esas características han pasado 99 años (1918) cifra que, dividida en 3, da como resultado el número 33. Y por último: del 21 de agosto, día del eclipse, al 23 de septiembre, supuesto día del fin del mundo, habrán pasado 33 días, agrega The Telegraph.

Sin embargo, la teoría apocalíptica que da por hecho la existencia del cuerpo celeste, ha tenido varios ‘descaches’ a lo largo de los años, ya que la primera vez que se dijo que llegaría el fin del mundo por Nibiru fue en mayo de 2003. Nada pasó, por supuesto. Por eso, los defensores de la hipótesis cambiaron la fecha para hacerla coincidir con los ciclos del calendario maya y la pospusieron para diciembre de 2012. Pero el mundo siguió su marcha.

La Nasa calificó la existencia de Nibiru como un “engaño de internet”. David Morrison, miembro de la agencia espacial y uno de los científicos que más ha rechazado la teoría, califica de “absurdas” las opiniones que muchos de los seguidores de la teoría tienen, como que el planeta está escondido detrás del sol, o que solo es visible desde el Polo Sur.

Quién sabe si el tan anunciado fin del mundo llegará este fin de semana. En todo caso, si pasa, mejor que nos coja a todos confesados.

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