Su nombre es Evgeniy Mikhailovich Bogachev, tiene 33 años y vive en Anapa, una urbanización cerca al Mar Negro, en el sur de Rusia. El precio que le puso el FBI a su cabeza es el más alto que se haya ofrecido en Estados Unidos por un cibercriminal, informa The New York Times.

Según el medio neoyorquino, Bogachev ama los lujos, y entre sus ‘caprichos’ se encuentran yates y ostentosos carros, aunque “tiene preferencia por conducir su Jeep Grand Cherokee”. Además, en un momento llegó a poseer dos villas en Francia y tenía muchos vehículos regados por Europa para no tener que alquilar mientras estuviera de vacaciones.

Estas fotos dan idea del estilo de vida del ‘hacker’:

De lo poco que se conoce de Bogachev, se sabe que tiene una familia, presumiblemente una esposa y dos hijos, según la versión de Aleksandr Panin, otro hacker ruso que paga pena en una prisión del estado de Kentucky, y que se comunicaba con Bogachev a través de chat.

Su cercanía con la inteligencia rusa podría explicar por qué está fugado, al menos de Estados Unidos. Además de su mencionada propiedad en Anapa, se sabe que posiblemente tiene un apartamento en Moscú.

Dado que no hay tratado de extradición entre Rusia y Estados Unidos, mientras no haya cometido algún crimen en territorio de la superpotencia europea, no hay motivo alguno para ordenar su captura. De manera que los norteamericanos tendrían que ser muy hábiles (y estar muy de buenas) para tener a Bogachev en su poder.

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