La mujer, que no habla inglés, estaba en el aeropuerto Charles de Gaulle, de París, esperando su viaje con rumbo a Newark, Estados Undos. Sin embargo, United Airlines no le envió un correo para notificarle el cambio de última hora, y tampoco hicieron un anunció en francés por el altoparlante, relata Independent.

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Cuando Bahetoukilae se subió al avión, vio que otra persona estaba en la silla que le correspondía. Por eso, le dijo a un miembro de la tripulación, que no se fijó en el destino de la mujer a pesar de que estaba claramente especificado en el tiquete, y la ubicó en otro lugar. El vuelo salió sin contratiempos.

Sin embargo, al aterrizar el avión, se dio cuenta de que estaba en San Francisco, a 3 mil millas (algo más de 4.800 kilómetros) de distancia de su destino. Por eso, tuvo que esperar cerca de 11 horas antes de tomar un vuelo que la llevara a Newark. En total, el viaje que debía durar 7 horas terminó durando 28.

United se pronunció sobre el incidente y dijo que está trabajando con su equipo para evitar que episodios así se repitan. Pero la familia de Bahetoukilae no está satisfecha con las disculpas, menos con el servicio de la famosa aerolínea. Diane Miantsoko, sobrina de la afectada, le dijo a ABC7:

No se trata del dinero, se trata de que United sea serio con sus empleados”.

El incidente es el más reciente de la cadena de problemas por la que ha pasado la aerolínea en los últimos meses. El primero de ellos fue cuando evacuó de forma violenta e hirió a un pasajero. Después, un escorpión picó a un viajero. Luego, en uno de sus aviones murió un conejo gigante que iba a un concurso. El siguiente será…

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