Más de 18 millones de electores están llamados a las urnas en 13.559 centros de votación para designar por cuatro años a los gobernadores de los 23 estados de Venezuela.

Los votantes, algunos con banderas venezolanas, formaban filas en los colegios electorales, varios de los cuales abrieron más tarde de lo previsto, reconoció el poder electoral.

De los venezolanos habilitados para sufragar, cerca de 600.000 se verán afectados por los cambios en la ubicación de centros en 17 de los 23 estados del país informados esta semana por el CNE, principalmente en la región andina de Mérida (oeste) y en el estado Miranda (norte).

Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), indicó también que desde la apertura del proceso, que durará 12 horas, más de 60 invitados internacionales están desplegados en todo el país y remarcó la presencia de “parlamentarios europeos y periodistas” que operarán como acompañantes de esta contienda.

“Este país o cambia o termina de hundirse. El cambio no es un camino fácil, la batalla hay que darla, hay que pelear”, aseguró Mary Delgado, administradora de 63 años, tras votar en un colegio en el este de Caracas.

En Maracaibo, ciudad petrolera en el este de Venezuela, Carmen de Guillén, militante chavista de 52 años, salió a votar porque considera que el gobierno favorece la “inclusión”, y “se preocupa por los más pobres”.

Los comicios se celebran con un año de retraso y luego de dos meses de tregua tras las marchas que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio, convocadas por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para exigir la salida del presidente Nicolás Maduro.

El mandatario, que se declara ganador del pulso en las calles, convirtió estos comicios en una legitimación de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, desconocida por la oposición y varios países de América y Europa.

“Esto es un triunfo de la democracia revolucionaria. La Constituyente ha convocado esta elección con su poder plenipotenciario y tenemos que ir a votar por la paz”, expresó Maduro, en un mensaje en la apertura de las urnas desde el Palacio de Miraflores.

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La MUD busca relanzar su lucha y demostrar que aún es mayoría. Es el primer duelo electoral desde su aplastante victoria en las parlamentarias de 2015, cuando rompió una hegemonía chavista de 18 años.

Alistándose ante otro eventual avance de la MUD, Maduro dijo que los gobernadores electos deberán subordinarse ante la Constituyente, totalmente oficialista pues la oposición no participó en su elección al considerarla fraudulenta.

La coalición opositora descartó de plano seguir esa orden. A las puertas está un nuevo repunte del conflicto.

“No estamos en una fiesta democrática, estamos en una lucha por la democracia. Este proceso no está convocado ni por la Constituyente, ni por Maduro, está convocado por el pueblo venezolano y por mandato de la Constitución”, dijo Gerardo Blyde, jefe de campaña del bloque opositor tras sufragar.

Aunque la MUD domina el Parlamento, su poder fue anulado por la Corte -acusada de oficialista-, y algo así puede ocurrir a los gobernadores con la Constituyente.

El oficialismo, con una poderosa maquinaria propagandística, intenta defender las 20 gobernaciones en su poder, pero las encuestadoras Delphos y Datanális dan a la oposición de 11 a 18 estados, según la abstención.

La MUD acusó al Consejo Nacional Electoral (CNE), señalado de oficialista, de buscar afectar sus votos al no permitirle sustituir candidatos que inicialmente había inscrito, y al reubicar a última hora 274 centros de votación en 16 estados.

Con información de EFE y AFP.

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