De 20,7 millones de electores convocados para esta jornada, solo votaron 5,6 millones, situación palpable en centros de votación que lucieron desiertos.

En la anterior elección de 2013, cuando se eligieron simultáneamente concejales y alcaldes, la abstención fue de 41 %. Tradicionalmente estos comicios se realizan el mismo día y suelen tener poca acogida.

Fue “un día tranquilo de civismo y ejercicio de la democracia”, destacó la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, de abierta línea chavista.

Pero para Beatriz Pallarés, de 56 años, fue “un día triste porque la gente decidió no votar”. Ella sufragó en un vacío centro electoral del municipio caraqueño de Chacao, un bastión opositor. “Jamás voy a entregar mis derechos”, dijo a la AFP.

“Hay muchísimo descontento”, apuntó otro votante, Jaime Caicedo, sobre el proceso, cuya alta abstención según analistas se debió a la desconfianza en el voto, la inhabilitación de partidos opositores y el hartazgo ante la grave crisis socioeconómica.

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No obstante, Maduro celebró. “¡Victoria popular!”, escribió en Twitter, calificando la jornada de “maravillosa”.

“Las ‘elecciones’ de hoy (domingo) son una burla que el país no cree, por eso están los centros vacíos”, escribió en Twitter Julio Borges, expresidente del Parlamento, exiliado en Bogotá.

En contraste, Henry Falcón, único dirigente de peso que desafió a Maduro en las presidenciales, pidió participar. “No podemos quedarnos en la casa mientras otros resuelven nuestros problemas”, expresó.

Diosdado Cabello, poderoso dirigente chavista que preside la Constituyente, ironizó sobre lo que considera excusas de la oposición: “Seguro van a decir no solo que no hay votantes, sino que hay fraude”.