Según se supo, Jean Louis, que era gerente de una tienda de la cadena Lidl en Barcelona, llegaba a su puesto de trabajo para “preparar la tienda” antes de que estuviera a disposición del público. Además, acostumbraba a ordenar pedidos, cambiar precios y hacer otras actividades, informa El País.

La decisión fue tomada después de una detallada investigación que hizo la multinacional alemana, que revisó imágenes de seguridad de la tienda y se dio cuenta de que el gerente trabajaba “entre 49 y 87 minutos” sin registrarse, con lo que rompía la norma de “cada minuto que se trabaja, se paga, y cada minuto que se trabaja debe quedar registrado”.

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La compañía también asegura que el hombre, que llevaba 12 años vinculado, invitaba a otros empleados del supermercado para que siguieran sus pasos. Sin embargo, él ha rechazado esas afirmaciones en el juicio que inició el pasado miércoles, agrega Cadena Ser. Jean Louis le explicó a la emisora:

“Soy responsable de mi trabajo, me gusta tener las cosas bien hechas,y llegaba antes para organizarme”.

El gerente de la tienda también dijo que iba a trabajar antes de lo mandado para que el establecimiento “funcionara correctamente” y porque así podía cumplir con las metas de venta que le exigían. Por eso, espera que la justicia declare ilegal su despido y que se le vincule de nuevo, dice El Huffington Post.

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