El exjefe de la Generalitat prevé comparecer a las 12.30 horas locales, aunque por el momento se desconoce el lugar en el que lo hará, según fuentes próximas al expresidente.

Puigdemont llegó este lunes a Bruselas, según confirmó el gobierno español, después de que el fiscal general del Estado de España, José Manuel Maza, anunciara una querella por rebelión, sedición y malversación contra él y el resto del gobierno regional, así como otra querella contra la mesa del Parlamento autónomo.

El expresidente contactó ayer con el abogado belga Paul Bekaert, que en el pasado ha defendido a miembros de ETA que afrontaban su expulsión de Bélgica por los procesos judiciales abiertos en España, si bien Puigdemont aún no ha decidido si pedirá asilo político en Bélgica, según el letrado.

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El viaje de Puigdemont a Bélgica se produce también después de que este domingo el secretario de Estado belga de Migración y Asilo, Theo Francken, del partido nacionalista flamenco N-VA, sugiriese que el expresidente catalán podía solicitar “asilo político” en Bélgica.

El primer ministro, el liberal Charles Michel, se desmarcó ese mismo día de las declaraciones de Francken, y este lunes lo hizo la propia N-VA, que negó haber invitado a Puigdemont a Bruselas y que haya reuniones previstas entre el expresidente de la Generalitat y alguno de sus representantes.

Puigdemont viajó a Bruselas con cinco de sus antiguos consejeros que ocupaban las carteras de Gobernación, Meritxell Borràs; Salud, Antoni Comín; Interior, Joaquim Forn; Trabajo y Asuntos Sociales, Dolors Bassa, y Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Meritxell Serret.

EFE

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