El Departamento de Defensa de Estados Unidos informó que en el pasado mes de diciembre, la Boeing Company se ganó un contrato de 24 millones de dólares para ocuparse del trabajo, informa The New York Times. De manera que el costo que tendrán que pagar los contribuyentes por las neveras, en pesos colombianos, es de algo más de 66 mil millones.
Y como es de esperarse del avión que transporta a la persona más poderosa del mundo, el Air Force One debe tener la capacidad de alimentar a los pasajeros y a la tripulación por varias semanas sin que haya necesidad de aterrizar para abastecer.
Por eso, la nevera del avión debe tener la capacidad para almacenar al menos 3 mil platos de comida, en un espacio adecuado debajo de la cabina de pasajeros. Claramente, los refrigeradores del avión presidencial no son para nada parecidos a los que hay en una casa promedio o en un negocio.
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Por otra parte, los trabajos de instalación de los refrigeradores serán llevados a cabo en territorio estadounidense, específicamente en las ciudades de Oklahoma City y San Antonio, y se espera que el trabajo esté finalizado en octubre de 2019, indica The Washington Post.
La ostentosa compra se produce a pesar de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha criticado en el pasado los costos del avión presidencial, y rechazó el precio que había acordado Barack Obama con Boeing para la nueva aeronave.
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