Los abusos iniciaron en 2006, cuando el supuesto brujo se ganó la confianza de la madre de la niña, que era aficionada a temas como el esoterismo y la astrología. Le decía que le ayudaría a iniciar un negocio, luego de haberse separado de su esposo, relata ABC.

En 2016, cuando el proceso judicial ya estaba en pie, La Voz de Galicia informó que el hombre manipulaba mentalmente a la mujer de tal forma que la hizo pelear con la familia de su entonces esposo para que la niña no fuera a la casa de su abuelo paterno y así pasara más tiempo con él.

Luego empezó a tener contacto con la menor, a quien le decía que era la reencarnación de una diosa antigua llamada Oda y que él era el esposo de esa deidad. Fue allí donde empezaron los abusos.

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Aparte de los 11 años de prisión, el juez encargado del caso le impuso siete años de libertad vigilada. Durante ese tiempo, no podrá comunicarse ni acercarse a su víctima. De igual manera, no podrá hacer actividades en las que tenga contacto con niños y tendrá que asistir a cursos de educación sexual.

Por su parte, la madre de la menor, que era acusada por la fiscalía de cooperar con los abusos, fue absuelta, ya que no se pudo comprobar que se hubiera dado cuenta de las verdaderas intenciones que tenía el abusador con la niña.

Además, fue ella, en compañía de padre de la niña, y luego de que él descubriera los correos electrónicos que intercambiaba la menor con el ‘mago’, quien hizo la correspondiente denuncia ante la policía.