La sentencia contra el ruso Philipp Budeikin, conocido como Philipp Lis ‘Fox’, contempla tres años de cárcel bajo un régimen no tan estricto como el que se le aplica a los demás presos, y le brinda libertades como la convivencia frecuente con su familia y otros beneficios que generaron rechazo en un sector de la comunidad rusa, según informó el Daily Mail.

La razón, según ese medio, es que el joven fue condenado a puerta cerrada solamente por el caso de dos jovencitas que aunque intentaron el suicidio se lograron salvar del lavado mental que les había hecho.

“Hubo escándalo ante la sentencia ‘suave’”, reseña el portal, pues Philipp Budeikin era investigado por presuntos vículos con unos 16 suicidios en diferentes zonas de Rusia, y fue denunciado como el “principal cerebro” de esta tendencia que se tomó las redes sociales.

El pasado 11 de mayo la BBC publicó un artículo en el que indicaba que Budeikin se había declarado culpable de incitar a 16 adolescentes al suicidio.

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A pesar de estar en ‘el ojo del huracán’, las autoridades rusas creen que Budeikin no es el único que está detrás del mencionado ‘juego’, y según ese medio están tras la pista de otras personas que podrían ser responsables de los llamados “grupos de la muerte”.

Budeikin generó controversia luego de decirle a la prensa rusa que sus víctimas no eran personas sino “residuos biodegradables”, y que su juego ayudaba a “limpiar la sociedad”, recuerda BBC.

Además, respondió a los interrogantes de las autoridades diciendo que las personas que se suicidaron al jugar a la ‘Ballena Azul’ morían felices.

Según Mirror, el joven, lejos de ser odiado por las adolescentes, recibe cartas de amor en su celda, donde está permanentemente custodiado por guardias de seguridad.

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