En su escrito, O’Grady se refiere al momento que vive el mandatario colombiano antes de su visita a su homólogo estadounidense, y asegura que en casi todos los aspectos, el país está peor que antes de que Santos asumiera el poder, en 2010, ya que, entre otras cosas, las reformas económicas han sido muy débiles, los impuestos aumentaron y la economía creció muy poco.

A pesar de eso, Santos llegará presuntuoso a su reunión con Trump, dice O’Grady, que también  enumera algunas faltas que ella identifica en el presidente: que aprobó el acuerdo con las Farc aun cuando el pueblo lo rechazó en el plebiscito, que convirtió a Colombia en un país en el que los enemigos políticos del presidente y sus familiares terminan tras las rejas (pone como ejemplo a Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe, encarcelado desde 2016), y que niega que su campaña presidencial estuvo untada del dinero corrupto de la constructora brasileña Odebrecht.

Luego alaba la labor de Uribe en su época de presidente, y afirma que en su gobierno, recuperó varias zonas del país que estaban siendo usadas por diferentes organizaciones criminales (las Farc, principalmente, junto a otros grupos, dice) y “restableció” la presencia del Estado en el país. Y añade:

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Las Farc estaban derrotadas cuando Santos tomó el poder”.

Después recuerda una intervención del senador republicano Marco Rubio, en la que aseguró que Estados Unidos apoyaría el plan Paz Colombia siempre y cuando los crímenes que hayan cometido las Farc sean castigados y que las víctimas sean reparadas “adecuadamente”. Pero cita también a The Miami Herald, a quien Rubio indicó que él en ningún momento dijo que apoyaba el acuerdo de paz entre la guerrilla y el gobierno colombiano.

Además, dice que Rubio asegura que el tratado entre ambas partes es un asunto interno que no afecta las decisiones de su país de ayudar a Colombia militarmente. Sin embargo, afirma la columnista, Colombia ya no es el aliado de Estados Unidos que era cuando Uribe estaba de presidente, y asevera:

Los amigos de Santos son Cuba y Venezuela. Él no ha ayudado a presionar para que Caracas vuelva a la democracia”.

Y finaliza preguntando: “¿Desde cuándo Washington ignora un poder antidemocrático al evaluar si un país merece ayuda externa?”.

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