Un resumen del año que hace el diario neoyorquino reseña a David Capuzzo, de 26 años, nacido en Bogotá y adoptado por una familia en EE. UU., como una de las personas que dio una lección de vida para salvar de la desgracia a otro ser humano, un indigente en el metro de Manhattan.

Una mañana de sábado en abril pasado, un indigente se tambaleaba en la plataforma de la estación de la Segunda Avenida, de ‘La gran manzana’, hasta que perdió el equilibrio y cayó en los rieles del tren, que dicho sea de paso, uno de ellos siempre está electrificado con corriente de alta tensión.

Entre gritos de angustia y correteos por la plataforma, nadie atinaba a hacer algo por el hombre, sucio y con los pantalones en los tobillos, como lo narra Michael Wilson en la nota original publicada por The New York Times.

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Incluso el mismo Wilson dice que él lo pensó dos veces antes de ayudar al hombre, acaso por ‘pereza’ de sujetar sus ropas sucias, o por simple falta de reacción, cuando vio que el cuerpo de la potencial víctima del metro se levantaba, pero no por sus propios medios, sino porque el buen samaritano colombiano lo levantaba prácticamente en vilo.

Acto seguido, varios voluntarios sujetaron al indigente para subirlo a la plataforma y ponerlo a salvo, pero ninguno de ellos se atrevió a bajar a los rieles, al túnel, como el bogotano, y así exponer su vida ante la posibilidad de que viniera el tren o se electrocutara.

El narrador dice que Capuzzo, luego de ayudar a subir al hombre, de un solo brinco se puso a salvo saltando a la plataforma. Luego, con cabeza más fría, fue que Wilson le preguntó al colombiano sobre su vida y se enteró de que el hombre es ilustrador y trabaja como mesero en un restaurante mexicano, para hacer unos dólares de más.

La historia de Capuzzo está acompañada por otras reseñadas por el medio, como la del indigente que ayudó a poner a salvo a unos menores de edad, víctimas del atentado terrorista en Mánchester, Inglaterra, durante un concierto de la estadounidense Ariana Grande, o el de los musulmanes que recogieron fondos para los judíos damnificados por ataques terroristas en Filadelfia, EE. UU.