El investigador reveló que la hipótesis tradicional sobre estos animales contradecía su comportamiento, pues se pensaba que el néctar subía por la lengua debido a la atracción de las moléculas de agua a los tejidos y entre ellas, es decir que los colibríes tomaban su alimento por capilaridad, indicó Rico Guevara en BBC.

El gran descubrimiento al que llegó es que “la lengua no se comporta pasivamente como se pensaba antes, sino que cambia de forma en varias dimensiones al mismo tiempo cuando entra en contacto con el néctar”.

Rico Guevara explicó que “son dos procesos simultáneos, pero separados espacialmente. La parte de la lengua que se sumerge en el líquido pierde su configuración bicilíndrica, relajándose y separándose dentro del néctar. Por esta razón se ve bifurcada”.

Alejandro Rico Guevara-BBC

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Reconstrucción tridimensional de la acción de la lengua: los cilindros se expanden y bifurcan y luego atrapan el líquido al ir saliendo del reservorio de néctar.

El medio agrega que “el otro proceso simultáneo ocurre en las partes de la lengua que están afuera del líquido; al salir de la lengua los cilindros son comprimidos exprimiendo el néctar dentro del pico”.

Dice la BBC que, en resumen, “la punta de la lengua atrapa líquido como un trapero y la base de la lengua bombea fluido como un “gotero”, ¡todo al mismo tiempo!”.

Colibrí extrayendo néctar de flor de vidrio
Colibrí extrayendo néctar de flor de vidrio / BBC Mundo

El experimento

Rico Guevara indicó: “Como quería saber cuál era el comportamiento natural de los colibríes y replicar lo más acertadamente posible lo que sucede en una flor real, entrené aves silvestres para que visitaran voluntariamente mis flores artificiales y se acostumbraran así a los lentes y luces”.

Para lograr eso, diseño una flor artificial con la que replicó “las dimensiones y forma de las flores de las que cada especie tomaba el néctar” con “materiales livianos, inofensivos y amigables con la filmación y las interacciones con el néctar”.

El biólogo agregó: “Luego usé unos pequeños tubos plásticos en los cuales era fácil medir el volumen del líquido, y adapté un lado plano y transparente para poder usar las cámaras y lentes especiales”.

Los lentes que usó toman más de mil cuadros por segundo, y con ellos logro “capturar la interacción entre el líquido y la lengua” de los colibríes.

(Consulte el video y la investigación completa).

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