Ezhkova, de 45 años, y Gonchar, de 41, se conocieron a través de internet y coordinaron una cita para verse. Él la llevó a su habitación de hostal donde, después de cenar y ganarse su confianza, se aprovechó del estado de embriaguez de la mujer para golpearla y amarrarla con una cuerda, informa International Business Times.

Allí empezó con la agresión: le mordió los dedos, las orejas y la nariz, sin tener en cuenta la reacción de la mujer, que gritaba pidiendo piedad. Ezhkova también le dejó delicadas heridas a su víctima en la espalda y en el cuello, e intentó ahogarla, pero no lo pudo hacer porque sus manos estaban resbalosas por la sangre.

Luego de 4 horas de tortura, los vecinos del lugar escucharon los gritos de Gonchar y llamaron a la policía. Allí arrestaron al hombre y trasladaron a la víctima a un hospital, a donde, además de graves heridas en todo su cuerpo, llegó con una costilla fracturada.

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En realidad, los vecinos ya habían escuchado los gritos de la mujer, pero dijeron que no se habían alarmado porque hay muchos alcohólicos que viven en el hostal y que, por eso, discusiones y gritos fuertes son comunes en el lugar.

Pese al aberrante hecho, Ezhkova fue capturado, pero obtuvo libertad bajo fianza y deberá comparecer en los próximos días ante un tribunal. Los familiares de la mujer, por supuesto, rechazaron la decisión y mostraron temor de que, luego de que la víctima sea enviada a su casa, el agresor pueda tratar de matarla de nuevo.

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