El objetivo de la carta de López, publicada por El Nacional, es recordarle a Cabello, una de las figuras más prominentes del oficialismo y muy cercano al dictador Nicolás Maduro, que su obligación “legal y moral” es garantizarles la protección constitucional a todas las personas que están privadas de la libertad, sin importar su filiación política.

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Sin embargo, lejos de ser una súplica al régimen para que no le haga daño a Leopoldo López hijo, la carta del padre del líder opositor es una dura crítica a Diosdado Cabello por la manera en que, desde programas de televisión y no en una confrontación cara a cara, lanza ataques “repletos de injurias, adjetivos procaces, ofensivos y penosas apreciaciones” a la familia.

También cuestionó el hecho de que el diputado chavista goce de tanto poder dentro de las Fuerzas Militares, ya que su trabajo en la Asamblea Nacional no le permite tales fueros, y criticó que, contrario a dejar que López hijo pueda ver a su familia ante los rumores de su estado de salud, solo les haya mostrado una fe de vida que “en un Estado de Derecho sería no solo innecesario, sino impensable pues no corresponde al modus operandi de un Estado constituido”.

Finalmente, le recuerda que él calificó al líder opositor de “monstruo”, y le responde, con ironía, que efectivamente López es un monstruo, pero como lo dice el diccionario de la Real Academia, que define la palabra como “aquella persona que sobresale en alguna actividad por sus cualidades extraordinarias”. Y concluye:

Mi posición como padre no puede ser distinta exigiendo la restitución inmediata de las garantías legales que brinda la Constitución, permitiendo a familiares y abogados acceso a sus visitas”.

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