En una conferencia de prensa cumplida en la capital belga, 4 días después de la proclamación de independencia y el posterior anuncio de la fiscalía de demandarlo por rebelión, Puigdemont aclaró que no pedirá refugio en ese país, como se había especulado en las últimas horas.

La declaración que ofreció el expresidente estuvo llena de palabras como “agresividad”, “represión”, “violencia” o “beligerancia”, con las que buscaba opacar la gestión del presidente del gobierno de España, Mariano Rajoy, informa Público. En su discurso, dijo:

“No estoy aquí para pedir asilo político (sino) para poder reaccionar con libertad y seguridad”, dijo.

Sin embargo, aclaró que, de momento, no regresará a territorio español, al considerar que no existen garantías suficientes para afrontar un eventual juicio. También aprovechó para criticar la justicia española, al asegurar que está “politizada”, hecho que busca denunciar en el “corazón de Europa”, al igual que “el problema catalán”, cita ABC. En su intervención, el exmandatario dijo:

“Si hay garantías inmediatas y trato justo, si se me garantiza un juicio justo con separación de poderes en España, lo que se debe esperar de un país europeo. Si es así, volveremos rápidamente”.

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Por otra parte, el depuesto mandatario catalán invitó a los independentistas catalanes a participar en las elecciones regionales, convocadas para el próximo 21 de diciembre por el presidente Rajoy. Con eso, aclaró las dudas sobre el posible boicot que podría alentar contra los comicios.

“Las elecciones del 21 son un reto que tomamos con todas nuestras fuerzas”, aseguró.

Sin embargo, eso no significa que desista de su propósito independentista, ya que defendió la “relentización” de la secesión catalana, con el fin de evitar la violencia en la comunidad autónoma. El expresidente dijo:

“No se puede construir la república de todos desde la violencia. Si esta actitud tiene como precio ralentizar el despliegue de la república, se tiene que considerar que este es un precio razonable”.

Con EFE y AFP

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