La votación es una iniciativa informal, es decir que no es vinculante, pero permitirá abrir el debate de la reforma a la Ley de Matrimonios de 1961 en el Parlamento de Camberra, y podría estar listo en diciembre. Los australianos modificaron esta ley en 2004 para precisar que el matrimonio es exclusivo entre una mujer y un hombre.

Alrededor de 7,8 millones de australianos (61,6 %) se pronunciaron a favor de permitir casarse a personas del mismo sexo, mientras que unos 4,8 millones (38,4 por ciento) lo hicieron por el no, según el resultado del sondeo ofrecido por la Oficina Australiana de Estadísticas.

Casi el 80% de los australianos habilitados para votar en una consulta legal participaron en la encuesta, precisó el jefe de la oficina de estadísticas Davis Kalisch. “Los australianos pueden ahora confiar en que estas estadísticas reflejan el punto de vista de la población electoral”, dijo.

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Minutos después de divulgarse el resultado del sondeo efectuado entre septiembre y noviembre en cumplimiento de una promesa electoral, el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, dijo en Camberra que ahora le toca al Parlamento legislar sobre la materia “antes de la Navidad”.

El debate formal en el Senado del proyecto de ley comenzará mañana y se prevé que dure todo el mes. Una vez aprobado en la Cámara Alta, pasará a la Cámara Baja cuando reanude sus sesiones el 27 de noviembre y se calcula que se convierta en ley, previsiblemente, a finales de año. Según la cadena local ABC, secundan la reforma el 69 por ciento del Senado y el 72 por ciento del Congreso de los Diputados.

El proyecto de ley propuesto por el senador liberal Dean Smith ampara la objeción de conciencia para que sacerdotes, pastores o ministros religiosos no estén obligados a celebrar los matrimonios entre personas del mismo sexo. El fiscal general, George Brandis, dijo en el Senado que buscará que la medida “también incluya a los oficiantes de bodas civiles” y que ampare la libertad de opinión sobre este asunto.

Los defensores de los matrimonios entre personas del mismo sexo advirtieron del peligro de que las propuestas conservadores favorezcan la discriminación de la comunidad LGTBIQ (lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, intersexuales y queers).

En ese sentido, el líder del Partido Verde, Richard di Natale, pidió a los legisladores partidarios de las bodas gais que piensen “con cuidado acerca de caer en la trinchera de la discriminación solo por apaciguar a los colegas en lugar de escuchar al pueblo australiano que habló con claridad”.

En diciembre de 2013, el Tribunal Superior anuló una ley que permitía las bodas de personas del mismo sexo en el Territorio de la Capital Australiana por considerar que contravenía la Ley Federal de Matrimonios de 1961. Los estados de Tasmania y Nueva Gales del Sur también han tumbado propuestas similares en el pasado.

Miles de simpatizantes de esa causa estallaron de júbilo en actos festivos organizados en toda Australia cuando el resultado fue anunciado.

Con EFE y AFP.

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