En el violento asalto resultaron heridos cinco diputados opositores.

La presencia de los manifestantes impidió la salida de los legisladores, todos de oposición, y de periodistas, por más de 9 horas luego de que un centenar de personas irrumpiera en los jardines de la cámara, en el centro de Caracas, donde temprano hubo una sesión solemne por el día de la independencia.

Bombas de estruendo fueron detonadas durante toda la tarde frente al palacio legislativo, comprobó un reportero de la AFP que se hallaba en el interior del edificio.

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Desde las dos entradas al recinto también se lanzan consignas contra la oposición: “¡asesinos!”, “¡terroristas!”, “¡no van a salir, van a tener que comerse las alfombras!”, se escucha entre el centenar de oficialistas.

En el lugar también hay una nutrida presencia de militares de la Guardia Nacional, que por seguridad han pedido a los periodistas evitar dirigirse a las puertas de la Asamblea.

“Estamos secuestrados en este momento”, declaró a periodistas el diputado Williams Dávila, miembro de la comisión de política exterior del Parlamento, al denunciar que el “asalto” de la mañana constituye un “intento de homicidio”.

Los legisladores mantienen comunicación con varios cancilleres y congresistas de la región, así como con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para informarles de la situación y pedirles su condena, informó Luis Florido, presidente de dicho comité legislativo.

“Cualquier pérdida de vida, cualquier agresión física es responsabilidad del presidente (Nicolás Maduro), de sus ministros, de los encargados del orden público”, aseveró Dávila.

El asambleísta cuestionó la actitud de la Guardia Nacional, que según dijo no hizo nada por evitar la incursión de la mañana, en la que los diputados fueron agredidos con palos y tubos metálicos, tres de ellos en la cabeza.

Con AFP

 

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