El primero de ellos fue la declaración del tirano, que aseguró que en caso de perder en las urnas, mantendrá la Revolución bolivariana (o al menos los retazos que quedan de ella) con las armas. La polémica frase fue tomada por muchos como una declaración de guerra, e incluso como la aceptación del estatus de dictadura del actual gobierno de Venezuela, según dijo el opositor Julio Borges, recuerda 20 minutos.

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El segundo fue la agresión que sufrieron varios diputados de la opositora Asamblea Nacional, hasta donde llegaron simpatizantes civiles del madurismo armados con cohetes pirotécnicos. Y el tercero fue el asedio del gobiernista Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por parte de un helicóptero, desde el que se lanzaron granadas que cayeron en el edificio, pero no explotaron.

Naturalmente, culpar a la dictadura de Maduro de un ‘autoatentado’ con las granadas desde el helicóptero es ‘hilar muy fino’, pero sí se puede afirmar que, venga de donde venga la agresión, el gobierno venezolano salió favorecido, ya que, entre otras cosas, sirvió para que Maduro elevara su retórica y calificara el hecho de “ataque terrorista armado contra las instituciones del país”, como recuerda BBC.

Además, el medio alternativo Caraota Digital dice que ese hecho sirvió para eclipsar las mencionadas agresiones a los diputados y una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, en el que se transfería algunos poderes de la fiscal general, Luisa Ortega Díaz (dura crítica de la dictadura), al defensor del pueblo, con lo que se le otorgaron superpoderes para su ejercicio.

En ese sentido, el exsecretario de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) escribió en su cuenta de Twitter:

Así pues, el contexto de violencia sumado a la represión de las manifestaciones que desde hace meses inundan el país y piden la dimisión de Maduro, es la justificación perfecta para que el dictador sustente sus deseos, a todas luces autoritarios, de mantener el poder con las armas, en caso de que no se pueda con los votos.

De igual manera, serviría como respaldo para continuar con la represión y, dado que el ataque del helicóptero involucró miembros de la fuerza pública que admitieron ir en contra de la dictadura, también daría pie para aumentar la purga dentro de las Fuerzas Militares, algunos de cuyos miembros han sido arrestados en los últimos meses acusados de traición y rebelión. Veremos cómo evoluciona (o involuciona) la delicada situación del país vecino.

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