Ouattara era profesor hasta que decidió abandonar su natal Costa de Marfil en 2005. 10 años después, ya con permiso de residencia en España, consiguió el beneficio de reagrupación familiar para su esposa y su hija mayor, pero no para Adou, que apenas tiene 8 años.
¿La razón? Le faltaban 56 euros en sus ingresos. Pero no renunció a llevar a su hijo a España.
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En Marruecos, en medio de la desesperación, un hombre le prometió a Ali llevar a su hijo Adou de manera legal hasta España, con visado, y dejarlo en un centro de menores, a cambio de 5.000 euros. Agobiado por la situación, Ali accedió.
“Me dejé llevar, creí que el señor podía hacerlo, tenía buena apariencia”
Todo se vino abajo cuando entró a España y lo arrestaron. Así lo relató al programa El Intermedio de La Sexta:
Cuando llegué al control de (la) Guardia Civil, un señor se fijó en mí y me dijo: ‘¡Tú, ven por aquí!’ Entonces me acercó y me preguntó: ‘¿Dónde está tu familia?’ […] Y sacó la foto del niño dentro de una maleta, y cuando lo vi me asusté.
-“¿Lo conoce?”
-“Sí”
-“¿Y quién és?”
-“Es mi hijo”
-“Pero, ¿qué está haciendo dentro de la maleta?”
-“Eso no lo sé, yo acabo de llegar aquí, cómo voy a saber porqué está dentro de una maleta”.
“Estaba muy destrozado porque sabía que tuvo mucha suerte para no morir asfixiado. No puedo mirar esa imagen fijamente porque me penetra el corazón, me hace mucho daño”.
Ali está en Bilbao y tiene un juicio pendiente por permitir a su hijo ingresar así al país. Podría ir 3 años a prisión y no tiene permitido salir de España mientras se resuelve su situación.
Temiendo el castigo para Ali, su mujer y sus hijos emigraron hacia París, ya que ninguno de ellos habla español, pero sí francés.
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