Según la revista Forbes, en 2012, la fundación del hijo menor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, gastó más de 59 mil dólares en un acto benéfico de golf que se llevó a cabo en el Trump National Golf Club, en Nueva York.

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Ese dinero, dice la publicación, vino de las donaciones que recibió el St. Jude’s Children’s Research Hospital, encargado de hacer investigaciones sobre el cáncer. Los gastos aumentaron a 230 mil dólares en 2013, y aún más, a 242 mil dólares en 2014.

La fundación se negó a presentar una discriminación de los gastos que hubo en el evento de golf, pero sí publicó un comunicado en el que asegura que en los últimos 10 años ha recaudado más de 16 millones de dólares, y que son responsables de la construcción de una unidad de cuidados intensivos en el St. Jude’s, que ayuda a niños con enfermedades terminales, y cuyo costo se elevaría hasta los 20 millones de dólares.

El hijo del mandatario estadounidense también aseguró que el uso del campo de golf que está en el centro de la polémica fue gratuito, al igual que gran parte del mercadeo, las bebidas y otros elementos de entretenimiento.

La fundación añadió, citada por CNN:

“Contrario a las informaciones recientes, en ningún momento la Organización Trump se benefició en modo alguno de la fundación o de cualquiera de sus actividades. Si bien la gente puede estar en desacuerdo sobre cuestiones políticas, inferir una intención maliciosa sobre una organización benéfica que ha cambiado tantas vidas, no sólo es vergonzoso, sino realmente repugnante. A la larga, las únicas personas que pierden son los niños de St. Jude y otras causas que valen la pena”.

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