Todo comenzó en 2010, cuando la presentadora colombo-venezolana estaba en una serie de desfiles en Barranquilla (Colombia) y, dice ella: “Tuve una fractura en el tercer metatarso del pie izquierdo”.

Por eso, Zahira fue al médico para que la ayudaran a recuperarse pronto, pero allí le indicaron que la fractura estaba relacionada con una anorexia que padecía.

“Era anorexia. Llegué a pesar 47 kilos; era raquítica y pensaba que así estaba bien. Me fracturé porque mi cuerpo no dio más y empecé a decaer. Todo lo que había trabajado, mis ahorros, todo se fue en tratamiento”, explicó la presentadora de RCN a la revista.

Al recibir esta noticia, Zahira decidió devolverse a su natal Venezuela con su mamá. Allá también la vieron los médicos, que le dieron un dictamen poco alentador, relató:

“Me dijeron que me daban seis meses a un año de vida. Tenía osteopenia en los femorales. Me ordenaron hospitalización de inmediato, pero yo quería irme a casa, porque sentía que en el hospital me iba a morir de depresión”.

La presentadora de RCN efectivamente no dejó que la hospitalizaran y, desde su casa, vio cómo gracias a las oraciones de su familia y a su optimismo se fue recuperando, poco a poco.

Un buen viajero es el que sabe cómo viajar con la mente.-Michael Bassey #noche #bogota #hogar #style #lifestyle #love #city #luna #soñar #feliz

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“Me llevaron en silla de ruedas, a 10 minutos de la casa, a la Virgen de la Consolación de Tariba. Recuerdo a mi mamá yendo a una procesión arrodillada”, agregó.

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Su recuperación empezó a notarse a los nueve meses de saber que tenía anorexia. Zahira fue ganando peso y para ese momento llegó a 57 kilos, afirmó el medio.

Así, la colombo-venezolana se devolvió a Colombia para estudiar, más no para seguir siendo modelo, pues no quería saber nada de ese oficio. Tiempo después, le propusieron trabajar en RCN y ahora es la presentadora de entretenimiento del noticiero de la noche.

“No quería saber de modelaje, sentía que de nada me había servido tantos años de sacrificio. Dije, ‘mi mundo no es ese’. Quería ser abogada. Fui consciente de que lo que más valía era mi vida y mi familia. Que tu médico te diga que te queda poco tiempo de vida hace que no juegues con eso. Fue difícil y me recuperé milagrosamente, ni siquiera necesité psicólogo, porque hay que tener en cuenta que la anorexia ataca la mente. Lo curioso es que con 63 kilos, la gente empezó a verme más linda, más femenina, con mejor piel. Estaba feliz”, puntualizó, se lee en la reciente edición impresa de Vea.

El día N llego. Feliz de poder acompañarlos todas las mañanas. Buenos días para todos. Vestida de @zahav____design

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