Además de sus familiares, los más afectados por su muerte son los 38 músicos de su grupo, que ahora se quedaron sin empleo y, por ende, sin con qué mantener a sus familias.

Así lo afirma el diario El Heraldo, que destaca que Martín Elías y su grupo cobraban por presentación 50 millones de pesos en la Costa, y 80 millones en ciudades del Interior. Esos valores eran repartidos entre los integrantes del grupo, dependiendo de la trayectoria, la responsabilidad y el instrumento que interpretara cada uno.

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Por jerarquía, el más importante era el desaparecido hijo de Diomedes Díaz y su acordeonero, Rolando Ochoa; enseguida, dice ese mismo medio, se destacaba el mánager general, Juan Carlos Vega.

El grupo musical era una empresa bien conformada y tenía como coordinadora administrativa a la esposa del amigo y asistente de Martín Elías, Rafael Rico. También había coordinador general, productor musical, productor de escenario, ingenieros de sonido, luces, personal de logística y de seguridad.

En la parte musical, el grupo tenía “un cajero, conguero, timbalero, baterista y guacharaquero; tres coristas, un guitarrista, un bajista, un pianista; tres auxiliares, el presentador, un productor, los ingenieros de sonido y de luces que eran las personas que regularmente viajaban con Martín Elías”, explicó Brayan Cuadrado, encargado de manejar la comunidad de Martín Elías en Internet, citado por El Heraldo.

Tras la muerte del cantante está prácticamente definido que el grupo se liquidará y el dolor de todos los integrantes es enorme si se tiene en cuenta que había planes de presentarse en el exterior, presentarse en el Festival Vallenato y lanzar un nuevo CD.

Juan Carlos Vega, maganer de “El terremoto del vallenato” explicó a Vanguardia que ya está descartado por completo que alguno de los hermanos de Martín Elías e vaya a presentar con la agrupación para cumplir con los compromisos programados.

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