Eso pasó cuando tenía 3 años de edad. Previamente su padre, llevado por la locura, quemó los cultivos de maíz y condujo a la quiebra a su familia afincada en Parácuaro, Michoacán.

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Por eso su destino empezó a escribirse en la soledad y el abandono hasta cuando cumplió 16 años. Entonces se escapó del orfanato y terminó lavando ropa en un burdel en Ciudad de Juárez, recuerda una reseña de El País de Cali.

Allí fue acogido por una prostituta, que algunos biógrafos la identifican como ‘Mache’, y empezó a escribir la historia, su propia historia, desde la crudeza del hambre y el frío, la suerte y la vida nocturna.

Su talento artístico se escuchó, por primera vez, en el bar ‘Noa Noa’ en donde empezó a protagonizar los espectáculos de media noche. Este episodio quedó inmortalizado en una canción que lleva el mismo nombre:

A pesar de que su mamá, Victoria Valadez, lo abandonara a su suerte, el artista escribió la canción ‘Amor eterno’ a su nombre y en la que expresó su profundo amor y respeto por ella, explicó el periodista Gustavo Pérez al mismo diario.

“Cuando recibió la noticia el artista estaba en Acapulco y por eso menciona a esta ciudad turística en su canción.  En cada concierto Juan Gabriel dice que está dedicada con cariño y respeto a todas las mamás”, afirmó el periodista.

“Más que una canción, esta es una oración. Fue un cariñito para ella”, afirmó el ‘Divo de Juárez’ en una entrevista.

Sin embargo, otra versión indica que ese tema habría sido dedicado a Marco, un hombre de quien se decía era su pareja sentimental. Una afirmación que no le gustó a Juan Gabriel y que fue publicada en la biografía no autorizada del artista ‘Juan Gabriel y yo’, escrita por el exmanager del artista, Joaquín Muñoz Muñoz.

“Marco se fue con unos amigos a acampar a Popocatepel, un volcán que hay aquí en México y se pusieron a jugar a la ruleta rusa y a Marco le tocó el tiro. La mamá de Marco habló a Acapulco donde estaba Juan Gabriel y llorando le dijo: ‘Juan Gabriel, Juan Gabriel, Marco se murió”, afirma.

No obstante, muchos seguidores del artista nunca creyeron esta historia y prefirieron asociarla a su mamá.

Atrás había quedado la penuria y la flaqueza, porque había probado la miel del éxito y la fortuna cuando su voz irrumpió en el sacrosanto Palacio de Bellas Artes, en el DF, recuerda el diario.

Pero la memoria de sus pérdidas emocionales lo perseguía y, para conjurarla, la plasmó en sus canciones, unas 1.800 dicen las reseñas que se multiplican por doquier.

Hay quien afirma que algunas de sus composiciones más conocidas y coreadas fueron dedicaciones a sus amantes, que según Muñoz Muñoz, fueron pocos, pero muy amados.

Miguel, portero del bar ‘Noa Noa’, Elios (Eliotina, por su forma amanerada de hablar), Paquito, un amigo venezolano cercano al artista, entre otros. Incluso, a Muñoz, su exmanager, Juan Gabriel le habría compuesto la canción ‘Querida’.

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