Los protagonistas de la historia son la hoy empresaria y diseñadora Jill Dodd, fundadora de la marca de ropa deportiva Roxy, que en los 80 fue modelo, y el comerciante saudita Adnan Khashoggi, involucrado en el escándalo de ventas de armas a Irán en el gobierno de Ronald Reagan y la financiación de los llamados ‘contras’ (contrarevolucionarios que combatían el gobierno sandinista’.

Según el relato de la modelo a la cadena británica BBC, la propuesta de ser esposa de placer era un acuerdo de palabra que se sellaba con un beso.

“Yo me encargaré de ti, me podrás contactar en cualquier momento, si quieres verme enviaré el avión. Podrás salir con otros hombres”, dijo la mujer citada por la BBC.

La ley islámica permite a los hombres poderosos tener 3 esposas legales y 11 de placer.

Jill describe a Adnan como más bajo que ella, calvo, barrigón. Ella tenía 20, él 40. “Era como el papá de una amiga”, describe la impresión que tuvo al conocerlo.

Adnan y Jill, en 1980. / Jill-BBC

Luego la riqueza de Adnan le cambió la perspectiva.

Estar en un yate que parecía un trasatlántico, con chapas y accesorios en oro, y hasta con un hospital en el que se podían hacer cirugías a corazón abierto le sedujeron.

Una de las fotos que guardó de su época de modelo / Jill Dodd-BBC

Sus responsabilidades como esposa de placer no eran muy complicadas.

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“Eso significaba que yo tenía su estilo de vida cuando estaba con él: vivía en sus hermosas casas, atendida por empleados domésticos, alimentada por chefs, relajada por masajistas. A Adnan le fascinaba la moda y le gustaba vestirme”, dijo a la BBC. Obviamente, tenía que estar disponible para cuando él quisiera estar con ella.

Según el relato de Jill, ella se encontraba con las otras esposas de placer y tenían una relación de respeto.

Ella sentía que en el grupo de las 11 ella era especial. Pero dice que le rompió el corazón cuando una noche entró en su habitación, le besó la cabeza, le entregó un estuche con una joya costosa y luego le dijo que se había equivocado de habitación, pero que podía conservar la joya.

Adnan y su esposa Lamia / Getty Images

En otra oportunidad, Jill fue testigo de cómo, literalmente, Adnan seleccionaba a las mujeres casi por catálogo.

“Adnan y yo estábamos en su suite cuando un hombre entró con un folder negro grande que tenía fotos de modelos. Las empezaron a mirar y de repente caí en cuenta de lo que estaba pasando. ‘¿Qué estás haciendo? ¿Estás buscando chicas para comprar? ¿Fue así como me encontraste? ¿Me escogiste en un catálogo?'”, dijo Jill a la BBC.

El testimonio de lo que vivió está en un libro que publicó en junio de 2017, cuando ella cumplió 57 años, y Adnan, 81. La publicación del libro coincidió con la muerte de Adnan.

Portada del libro de Jill. / Amazon.com

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