Se trata de un atuendo CGI (sigla en inglés para referirse a las imágenes generadas por computadora) con varias marcas distribuidas por todo el cuerpo que sirvieron para crear el vestido y la cara de la Bestia que vimos en salas de Cine, indica The Huffington Post.

“Lo que llevaba puesto durante el vals era un traje muscular de 18 kilos cubiero de licra gris con puntos marcados, sobre zancos de acero de 25 centímentros”, explicó el actor en una entrevista con The Herald Sun.

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El traje no era para nada cómodo y hacía que el actor se acalorara rápidamente luego de cada grabación. “Hacíamos dos o tres tomas del vals y me sentaba y enchufaban por detrás, por así decirlo, para poder enfriarme. Así bajaba mi ritmo cardíaco y podíamos volver a la carga”.

Definitivamente no fue un trabajo nada fácil de realizar, sin embargo, Stevens asegura que quedó satisfecho con el resultado.

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