Markle ya empezó a sentir las estrictas reglas de la Casa Real británica antes de hacer parte de una de las familias más conservadoras de Europa.

El diario El País de España recoge algunas de las exigencias a las que tendrá que someterse y acostumbrarse la actriz de 36 años, que hará su transición de la vida soltera que llevaba en Toronto, Canadá, a la de una dama del Palacio de Kensington, Londres.

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Según ese medio español, Meghan Markle tendrá que renunciar a:

  1. Su carrera como actriz, que empezó en 2002 en la televisión de su país.
  2. La custodia de una de sus mascotas más queridas: un viejo perro labrador que, por su edad, pasará sus últimos días en casa de una pareja de amigos de Meghan en Toronto.
  3. A su residencia en Canadá para establecerse en el Palacio de Kensington.
  4. A familiares y amigos. Solo sus padres pueden mantener una relación cercana con la futura esposa del príncipe Enrique.
  5. A la Iglesia Protestante (aunque la actriz es de origen católico) para bautizarse en la Iglesia Anglicana.
  6. A sus actividades humanitarias que serán reemplazadas por los eventos sociales que autorice o patrocine el Palacio de Kensington.

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