Aproximadamente a las 11:30 de la noche del viernes 24 de marzo, la banda estadounidense hizo su aparición en el escenario para complacer a los cientos de fanáticos, quienes esperaban escuchar sus melodías y cantar sus canciones hasta el final del segundo día del festival.
De acuerdo con la organización del evento, así describió la presentación de esta famosa banda:
Sonó The Strokes y nos fuimos, sin más, a esa vida nuestra, a esa existencia que nos enamoró de la música, a esa construcción de sonidos que no es algo más de la vida. Eso, lo que llaman música, es nuestro principio, es nuestro grito, es nuestro mandamiento”.
Dentro de su repertorio se destacaron canciones como: ‘Last Nite’, ‘Reptilia’ y ‘Someday’. Sin embargo, para algunos hicieron falta un par de esas canciones rudas, que destacan tanto a este grupo y que hacen vibrar a sus inmensa fanaticada en el país.
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Árbol de Ojos, una de las bandas con más potencial en el país, hizo su debut en el Festival en el escenario principal. Las visuales maravillaron al público mientras una música, un rock maduro y pulido, llegaba a los oídos de un público complacido por lo que escuchaban. No se esperaba menos de la banda, sin duda un show que los pone en gran posición en la escena nacional.
Después fue el momento del género ‘indie’ y su primer integrante en salir al escenario fue Catfish & the Bottlemen. La banda británica se subió al escenario hacia las 7 p.m. Es el espíritu de una música que se viene gestando desde el 2010, pero recoge sonidos de décadas atrás. Sus acordes concluyeron en gritos de emoción y éxtasis de una audiencia ya no tan joven.
Luego, fue el momento de escuchar al cantante y compositor australiano Vance Joy, el cual con su guitarra y carisma en el escenario llenó de pasión y desbordó talento entre abrazos y sonrisas. Así mismo, Flume encendió el escenario principal con su impecable mezcla de ‘Downtempo’ y ‘Trip Hop’, que hizo bailar a los asistentes bajo una mágica hipnosis.
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