Una vez casados, el príncipe Harry y Meghan saldrán de la capilla para recorrer la ciudad en una carroza.

Los novios “esperan que este corto recorrido sea la ocasión para que la gente se reúna en Windsor y disfrute del ambiente de este día especial”, afirmó el palacio.

Después, se celebrará una recepción en el Salón San Jorge, majestuosa sala de banquetes del castillo, para la pareja y los invitados a la ceremonia.

Ya por la noche, el príncipe Carlos, padre de Harry, ofrecerá otra recepción, reservada a los amigos más cercanos y las familias de la pareja, indicó el palacio de Kensington.

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“El príncipe Enrique y Meghan Markle están inmensamente agradecidos por la gran cantidad de buenos deseos que han recibido desde que anunciaron su compromiso”, el 28 de noviembre de 2017, afirmó el comunicado. Y “están esperando con ansias el día y la posibilidad de compartir su celebración con el público”, agregó.

Antes de la boda, Meghan Markle será bautizada y confirmada según el rito anglicano.

La actriz ha previsto adoptar la nacionalidad británica, un proceso que puede tardar varios años, y decidió renunciar a su carrera así como a su cooperación con la ONU como militante por los derechos de las mujeres, para dedicarse a las actividades caritativas de la familia real.

Así, Meghan se convertirá tras su boda en madrina de la Royal Foundation, junto a su esposo, al hermano de éste, el principe Guillermo, y a su esposa Catalina.

Con AFP