Las cifras, publicadas por la Federación Colombiana de Lonjas de Propiedad Raíz (Fedelonjas) se explican en parte por el factor económico, ya que la antigüedad de los inmuebles reduce considerablemente sus costos.

Otra razón es que “la vivienda usada ofrece mayores áreas, tiene más opciones de ubicación y la oferta es mucho mayor”, según expone la presidente de Fedelonjas, María Clara Luque.

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A la adquisición de vivienda usada se suele sumar la inversión en remodelaciones, y en este sentido, los mayores beneficiados por la tendencia son los expertos inmobiliarios y en remodelaciones, cuyas actividades crecieron 2,8 % en el último año, señala La República.

Con las remodelaciones, los compradores revalorizan su patrimonio, hacen una inversión segura, satisfacen sus necesidades específicas y muchas veces recuperan la inversión a corto plazo por medio de alquileres, destaca La F.m.