El dinero que manejan las AFP acumuló al cierre de 2022 un valor total de 345 billones de pesos, lo que representó una caída de 12,8 billones frente al dato de 2021 (357,8 billones), registrando así una rentabilidad cercana al 7 % efectivo anual.

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Las cifras fueron compartidas por Asofondos, asociación que agrupa a Colfondos, Porvenir, Protección y Skandia, fondos privados de pensiones que siguen de cerca la construcción de la reforma pensional que será presentada en marzo ante el Congreso de la República.

“Este ciclo, marcado por fuertes volatilidades e incertidumbre en los mercados, perturbó a la mayoría de economías debido a conflictos geopolíticos (Rusia y Ucrania), inflaciones en niveles históricos y altas tasas de interés que produjeron desvalorizaciones en una amplia gama de activos financieros en todas las latitudes”, expresó Santiago Montenegro, presidente de Asofondos.

El dirigente gremial recordó que, aunque el año pasado se presentaron movimientos negativos en los fondos durante los primeros trimestres del año, en el último hubo buenos rendimientos por cerca de 20 billones de pesos, lo que permitió recuperar más de la mitad de las desvalorizaciones registradas a inicios de 2022.

Montenegro destacó que, del total acumulado en 28 años de gestión del ahorro, cerca del 66 % de estos recursos corresponde a rendimientos del dinero de los trabajadores afiliados a las cuatro AFP.

Ahorros de Porvenir, Protección, Colfondos y Skandia, ¿a Colpensiones?

Los 345 billones de pesos son uno de los puntos de discusión de la reforma pensional, cuya propuesta principal es que trabajadores que ganan hasta cuatro salarios mínimos y cotizan en los fondos privados deberán hacerlo obligatoriamente en Colpensiones.

De aprobarse ese cambio, casi el 93 % del total afiliados de las AFP tendría su dinero en el fondo público. Es decir, privados se quedarían con muy pocos cotizantes mientras que Colpensiones los recibiría junto con sus ahorros.

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5,6 millones de personas pasarían de cotizar en los fondos privados a Colpensiones y, por ese cambio, las AFP dejarían de recibir por lo menos 18 billones  de pesos al año, un 85 % del total de lo que les llega a día de hoy.

La medida que plantea el Gobierno de Gustavo Petro equivale a tomar aproximadamente el 90 % del flujo de ahorro privado de millones de colombianos para que caiga en manos del fondo público.

Por tanto, ese dinero podría pasar a subsidiar el bono para adultos mayores vulnerables que no alcanzan una pensión. En ese punto surge la pregunta sobre qué pasará con los ahorros pensionales que ya alcanzan una billonaria suma.