“Ojalá se acabaran definitivamente, son un atentado contra la seguridad pública”, dijo el funcionario en entrevista con Blu Radio, y enfatizó en lo peligrosos que pueden resultar estos vehículos.
Frente a esto, ese mismo medio acudió a María Botero, gerente de Radio Taxi Auto Lagos, una de las empresas de taxis amarillos en Colombia, que asegura que el 90 % de los taxis que circulan en el país son pequeños o de este tipo, y son autorizados por el Ministerio de Transporte.
“El ministro no puede hacerle daño a una comunidad que ha invertido tanto dinero en este tema, esos estaban autorizados y todos a gas”, dijo Botero, citada por ese mismo medio radial.
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Para ella, la propuesta de que se acabe el uso de estos carros es “descabellada y desorientada”.
La afirmación del ministro Cardona frente a la peligrosidad de estos taxis va en línea con un informe de Séptimo Día publicado hace algunos meses, en el que se reportan varios accidente causados en estos carros ‘zapaticos’, que están “hechos con lata de resistencia muy cuestionable y que son importados a Colombia con pocos filtros que constituyen un mínimo nivel de seguridad para el pasajero”, afirmó ese programa.
Las principales críticas en materia de seguridad para estos vehículos giran en torno a su tamaño, a que no tienen un baúl amplio y prácticamente la espalda de los pasajeros termina siendo el parachoques.
El cálculo de las autoridades es que de 10 taxis que circulan en Colombia, entre 7 y 8 son de este tipo.
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