En suma, las conductas en las que incurrieron esas marcas constituyen infracciones sistemáticas a los derechos de los consumidores, y que fueron conocidas por “múltiples denuncias presentadas por sus clientes”, precisó la Superindustria en un comunicado.

Esa transgresión de los derechos de los consumidores son:

  • No entregar los muebles y accesorios (productos) en los tiempos pactados con los clientes
  • Suministrar información deficiente sobre precios y condiciones y restricciones de las ofertas
  • Publicidad engañosa
  • No responder por la garantía de los muebles comercializados.

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“La investigación administrativa tuvo origen en múltiples quejas presentadas por los clientes o consumidores que tuvieron negocios con las empresas propietarias de dichos establecimientos de comercio, quienes reportaron ante la Superintendencia de Industria y Comercio, múltiples violaciones a sus derechos como consumidores”, dice en el comunicado de la entidad.

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