La justicia lo acusa de no haber declarado unos 5.000 millones de yenes (44 millones de dólares) entre 2010 y 2015. Las autoridades locales decidieron prolongar la detención preventiva por sospechas de que ocultó otros 4.000 millones de yenes en los últimos tres años, informó The Economist.

La ley japonesa permite que los sospechosos sean detenidos en varias ocasiones por diferentes acusaciones, lo que permite a los fiscales interrogarlos durante periodos prolongados.

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Este lunes era el último día en que los fiscales podían mantener a Ghosn y a su brazo derecho, Greg Kelly, detenidos antes de liberarlos o inculparlos formalmente.

La nueva detención preventiva permitirá interrogarlo durante 22 días más.

De acuerdo con El País, los fiscales también acusaron a Kelly y a Nissan ya que la fiscalía considera que la responsabilidad de la empresa, que fue la que proporcionó los informes incriminatorios a las autoridades financieras, también se vio comprometida.