En 2015, el último año del que hay cifras oficiales disponibles, fueron distribuidos 206,7 millones de barriles, según la oficina estadounidense de alcohol y tabaco. Un 14 % del total fue importado.

Con exactitud, el mercado estadounidense en 2016 representó 107.600 millones de dólares, según la Asociación de Cerveceros.

Los estadounidenses gastaron 34.100 millones de dólares comprando cervezas en los supermercados, según cifras de la firma Nielsen, que midió las ventas minoristas en un año, hasta el 25 de febrero de 2017.

Como referencia, señala Nielsen, eso es casi el triple de lo que gastaron para comprar agua (12.500 millones de dólares), y también supera lo que pagaron por vino.

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Entre los gigantes estadounidenses, Anheuser-Busch InBev sigue estando muy por delante del resto de los fabricantes, atribuyéndose casi la mitad (44 %) de las ventas totales.

En Estados Unidos se bebieron 4.300 millones de litros de su cerveza reina Bud Light, que representa una de cada cinco unidades vendidas en ese país (18%).

De los 107.600 millones de dólares que representa el mercado estadounidense, las cerveceras artesanales reportaron 23.500 millones de dólares en 2016, un incremento del 10 % con respecto al año anterior, según la Asociación de Cerveceros.

Estas cifras se sostienen en un auge en los últimos años de las microfábricas de cerveza, que representan ahora el 20,4% de este segmento.

AFP

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