Generalmente, una vez terminan el líquido que llevan en sus cantimploras, conocidas como caramañolas, los ciclistas botan estas a los lados de la carretera para que no le estorben a ninguno de sus compañeros y después sean recogidas por su equipo o la organización.
También te puede interesar
Haciendo esta acción fue que Nairo tuvo el pequeño percance, cuándo aún faltaban 79 kilómetros para la meta.
A todos los aficionados les pasó un escalofrío al ver estas imágenes, aunque el alma les volvió rápidamente al cuerpo al cerciorarse que todo fue solucionado de inmediato:
¡Me asustaste, Nairo! #Giro100 pic.twitter.com/vsYv5N7cS6
— Édison Monroy P. (@elmonares) May 24, 2017
LO ÚLTIMO