El delantero del Videoton FC seguro esperaba acapara los titulares de la prensa húngara por los goles que aspiraba a anotar contra el Honved, por el título de la liga de ese país, pero terminó fue estelarizando las páginas de medios de todo el mundo por su actitud absurda durante el partido.

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Apenas lo rozaron, Lazovic voló por los aires como si fuera víctima de una patada mortal y luego dio cuatro botes. Como si el show no fuera suficiente, el jugador se revolcó desesperadamente y gritó por el supuesto dolor.

El árbitro detuvo el juego, pero no pitó falta, ni tampoco le sacó amarilla al jugador por la simulación. Solo uno de los compañeros fue a ayudar al serbio y le agarró el pie como para apaciguar la dolencia de un calambre. A su vez, el propio técnico de Lazovic le pidió que se calmara.

Si esto le dolió al jugador, cómo habrá sentido lo que sucedió seis minutos después, pues a su equipo le anotaron, terminó perdiendo el partido y a la postre el título, relata FourFourTwo.

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