Con 32 años, Porte en esta etapa ha ganado el Tour Down Under, una etapa de la París-Niza, Tour de Romandía y una etapa del Critérium del Dauphiné.
“Estoy entre emocionado y nervioso. No se puede negar que el Tour de Francia es el mayor objetivo de la temporada, pero eso significa que también es otro nivel de estrés. Es un equilibrio de estar bien preparado y lo suficientemente fresco como para competir al más alto nivel en 21 etapas, pero siento que estoy en esa posición ahora”, dijo Porte a Cyclingnews.
El australiano en el Tour estará rodeado de un equipo que mezcla experiencia y juventud, con varios corredores que han tenido una gran temporada como es el caso Greg Van Avermaet, Damiano Caruso y Nicolás Roche. Los otros corredores de esta nómina son Alessandro De Marchi, Stefan Küng, Amaël Moinard, Michael Schär y Danilo Wyss.
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El líder ‘aussie’ se mostró “deseoso de que llegue el sábado día 1 de julio la salida en Dusseldorf y luego tener unas buenas tres semanas de carrera hasta llegar a París”.
Además de entregar a Porte el liderato de equipo, el BMC espera lograr el maillot amarillo en la cromo inicial de 14 kilómetros con el suizo Stefan Küng, tal y como hizo su compañero australiano, pero esta vez ausente, Rohan Dennis, en 2015.
Fabio Baldato, director deportivo, señaló que la prioridad del equipo es la general con Porte y ganar una etapa con Van Avermaet.
“Esperamos que Damiano Caruso y Nicolas Roche sean los dos últimos compañeros de equipo con Richie Porte en las grandes etapas de montaña. Luego tenemos corredores como Alessandro De Marchi y Amaël Moinard que serán cruciales en la media montaña, y para las etapas planas contamos con Stefan Küng, Michael Schär, Greg Van Avermaet y Danilo Wyss”, concluyó Baldato.
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